Pantalla protectora básica

Aunque el uso de mascarillas adecuadas ofrece una alta protección de las vías respiratorias, el resto de la cara queda expuesta. Esto conlleva que las pequeñas gotículas exhaladas de las que nos protege la mascarilla puedan depositarse sobre la piel y suponer un riesgo de contaminación una vez se retire la mascarilla si no hay una limpieza inmediata y adecuada.

Las pantallas de protección facial actúan como una primera barrera, bloqueando las proyecciones directas de gotículas y minimizando así la cantidad que llega a la mascarilla, pudiendo aumentar de esta forma su efectividad.

Esta pantalla de protección facial tiene un peso de tan sólo 50 g y es fácilmente ajustable, lo que asegura un uso prolongado cómodo. La cinta de doble cara que pega la pantalla, es más ancha que en modelos anteriores, para una mejor fijación y seguridad.

Otra gran ventaja es que es abatible, por lo que se puede retirar fácilmente la protección cuando no haya interacción con otras personas, sin necesidad de quitar toda la pantalla, minimizando la fatiga visual que provoca el uso prolongado de pantallas de protección o gafas de seguridad. Además, incluye una almohadilla para adherir en la zona de apoyo de la frente para mayor comodidad.

Es por esto por lo que las pantallas faciales son un complemento perfecto al uso de mascarillas, aumentando la seguridad especialmente en entornos profesionales y de atención al público en los que la interacción con personas desconocidas es inevitable.